En el marco de la unidad temática sobre "Lecciones de la Shoá", tuvimos en Punto IL el placer de contar con el testimonio de Jorge Klainman, sobreviviente del Holocausto y autor de los libros "El Séptimo Milagro" y el recientemente publicado "Episodios de la Shoá". Lúcido disertante que va más allá de sus desgarradoras experiencias, Klainman logra analizar los sucesos desde una óptica muy integradora y completa.
Klainman comenzó por reconocer que se encuentra satisfecho al notar que cada vez más gente deseosa de conocer las experiencias de un sobreviviente de la Shoá y abierta a indagar sobre estos sucesos lamentables. Ello determina para los sobrevivientes la gran responsabilidad de seguir dando testimonio y dejar un legado en aras de que no se repita un suceso similar.
A continuación, Klainman contó brevemente cómo "un simple Cabo" logró hacerse cargo de una convulsionada Alemania con el sueño de convertir a la raza aria en una superior que dominara el mundo; para convencer de este objetivo a la masa alemana, se valió principalmente de la propaganda que dirigía Goebbels.
No obstante, el autor de "El Séptimo Milagro" indalgó responsabilidades por el Holocausto a muchos protagonistas quienes por acción u omisión terminaron convirtiéndose en cómplices de los nazis. Así, enumeró a lo Jefes de Estado ("por callar y dar un implicito aval a la matanza"), a los Países Ocupados ("por colaborar activamente en las deportaciones o matanzas"), a los líderes religiosos, principalmente a Pio XII ("por mantener un hermético silencio y colaborar en la fuga de funcionarios nazis") y en especial a los líderes de los Aliados Roosevelt y Churchill ("sabían lo que estaba pasando y optaron por no intervenir").
Tras esta conmovedora introducción, Klainman pasó a contar su propia experiencia, uno a uno los "milagros" que lo fueron salvando, la forma en que logró engañar sobre su edad para evitar el fusilamiento, las sensaciones, los sueños rotos y la familia perdida. Nos relató que al momento de su "liberación" tenía 17 años y pesaba tan solo 29 kilos pero "no habían podido quebrar su espiritu".
Tras la fallida búsqueda de familiares vivos en Italia, decidió inmigrar a Argentina donde fue recibido a balazos "por ser un sobreviviente judio y no un dirigente nazi; en ese caso, hubiera habido honores". En sus primeros días, optó por callar e iniciar una vida nueva, cuestión que logró por 50 años hasta que se quebró al escuchar a los negacionistas crear dudas acerca de la veracidad del Holocausto.
"Para no volverse cómplice", Klainman decidió escribir su propia historia y viajar a Polonia a fin de completarla con informaciones oficiales que disiparan cualquier tipo de duda. Finalmente, contó que decidió dedicar el resto de su vida a contarle al mundo la verdad y que al día de hoy ya lo han escuchado más de 12.000 jóvenes.
Un emotivo encuentro que nos dejó pensando mucho a los numerosos miembros de Punto IL que participamos. Quizás la reflexión final sea la misma con la que Klainman cerró el encuentro: "La verdad no hay que ocultarla, la verdad hay que contarla".
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