16 de octubre de 2009

Una emotiva lección de vida

En el marco de la unidad temática sobre "Lecciones de la Shoá", tuvimos en Punto IL el placer de contar con el testimonio de Jorge Klainman, sobreviviente del Holocausto y autor de los libros "El Séptimo Milagro" y el recientemente publicado "Episodios de la Shoá". Lúcido disertante que va más allá de sus desgarradoras experiencias, Klainman logra analizar los sucesos desde una óptica muy integradora y completa.

Klainman comenzó por reconocer que se encuentra satisfecho al notar que cada vez más gente deseosa de conocer las experiencias de un sobreviviente de la Shoá y abierta a indagar sobre estos sucesos lamentables. Ello determina para los sobrevivientes la gran responsabilidad de seguir dando testimonio y dejar un legado en aras de que no se repita un suceso similar.

A continuación, Klainman contó brevemente cómo "un simple Cabo" logró hacerse cargo de una convulsionada Alemania con el sueño de convertir a la raza aria en una superior que dominara el mundo; para convencer de este objetivo a la masa alemana, se valió principalmente de la propaganda que dirigía Goebbels.

No obstante, el autor de "El Séptimo Milagro" indalgó responsabilidades por el Holocausto a muchos protagonistas quienes por acción u omisión terminaron convirtiéndose en cómplices de los nazis. Así, enumeró a lo Jefes de Estado ("por callar y dar un implicito aval a la matanza"), a los Países Ocupados ("por colaborar activamente en las deportaciones o matanzas"), a los líderes religiosos, principalmente a Pio XII ("por mantener un hermético silencio y colaborar en la fuga de funcionarios nazis") y en especial a los líderes de los Aliados Roosevelt y Churchill ("sabían lo que estaba pasando y optaron por no intervenir").

Tras esta conmovedora introducción, Klainman pasó a contar su propia experiencia, uno a uno los "milagros" que lo fueron salvando, la forma en que logró engañar sobre su edad para evitar el fusilamiento, las sensaciones, los sueños rotos y la familia perdida. Nos relató que al momento de su "liberación" tenía 17 años y pesaba tan solo 29 kilos pero "no habían podido quebrar su espiritu".

Tras la fallida búsqueda de familiares vivos en Italia, decidió inmigrar a Argentina donde fue recibido a balazos "por ser un sobreviviente judio y no un dirigente nazi; en ese caso, hubiera habido honores". En sus primeros días, optó por callar e iniciar una vida nueva, cuestión que logró por 50 años hasta que se quebró al escuchar a los negacionistas crear dudas acerca de la veracidad del Holocausto.

"Para no volverse cómplice", Klainman decidió escribir su propia historia y viajar a Polonia a fin de completarla con informaciones oficiales que disiparan cualquier tipo de duda. Finalmente, contó que decidió dedicar el resto de su vida a contarle al mundo la verdad y que al día de hoy ya lo han escuchado más de 12.000 jóvenes.

Un emotivo encuentro que nos dejó pensando mucho a los numerosos miembros de Punto IL que participamos. Quizás la reflexión final sea la misma con la que Klainman cerró el encuentro: "La verdad no hay que ocultarla, la verdad hay que contarla".

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