Por Emiliano Joab, Coordinador de Punto IL La actividad del pasado jueves 19 de agosto tuvo un sentido especial. Probablemente lo diferente provino de la singularidad del invitado que convocamos desde Punto IL, que en esta ocasión se trato de Jaim Bar, presidente de la Asociación de Veteranos Discapacitados de Tzahal (Fuerzas de Defensa de Israel).
Jaim Bar, fue claro desde el principio, la base de su organización parte desde la "identificación de los héroes de guerra con los vivos y no con los muertos, para los que ya hay muchos monumentos". La gente suele pensar que los héroes son aquellos que no volvieron del frente y es importante que tanto sociedad como Estado se hagan cargo de facilitar la integración de aquellos heridos y consecuentemente discapacitados tras las guerras y atentados que Israel ha sufrido y sigue sufriendo dentro y fuera de sus fronteras.
Fue realmente impactante y esperanzador ver las imágenes que Bar nos compartió del inmenso trabajo que se hace con aquellos soldados que de un día para el otro pasaron a ser discapacitados. Aun mas sorprendente escuchar los testimonios de los propios protagonistas. Algunos jóvenes de edad universitaria, contemporáneos a los miembros de nuestra institución y de Punto IL y que según la promesa de Bar y de Roxana, su asistente, seria un interesante próximo paso poder traerlos a que interactúen con los jóvenes miembros de Hillel en primera persona.
El jueves pasado pudimos ver a Israel, a través de este tipo de organización, financiado con presupuesto oficial desde el parlamento (además de donaciones), lo que nos mostró lo que muy pocos en la diáspora ven o recuerdan. Una dimensión completamente diferente de la que siempre se habla, a pesar de ser consecuencia directa del conflicto armado q tanta prensa tiene.
A través de esta íntima charla con Jaim Bar, recorrimos a Israel desde su lado mas profundo. Desde el lado de la aceptación del prójimo y de la integración de aquellos que lucharon por uno en su momento y hoy necesitan de la ayuda del resto de la sociedad. Según Bar, esto no fue difícil de entender para la sociedad, ya que "todas las familias israelíes tienen algún familiar discapacitado tras su paso por el ejército y saben que son héroes vivos que ahora necesitan del resto". Y no importa si el discapacitado es alguien a quien por ejemplo le falta una pierna o si se trata de una persona en una situación de post-trauma, a quien se suele identificar como un loco. Para ellos siempre hablamos de "héroes".
Según Bar, los veteranos discapacitados "no van a dejar de tener su discapacidad, pero si van a mantener su dignidad integrándose a la sociedad de la mejor forma posible y con toda la ayuda que un país que los respeta y que además es líder en tecnología puede brindarles"
Realmente, la charla que tuvimos el pasado jueves con alguien que representa a una organización tan honorable y cuya historia personal es tan ejemplar, nos deja un mensaje que seguramente será difícil de olvidar y un ejemplo a imitar.
Una vez más Israel y su gente tienen algo más que valioso para enseñarnos al resto del mundo, que no se compra con plata, sino que se adquiere con valores tan esenciales como el respeto al prójimo y el reconocimiento.
¡Gracias Jaim Bar por visitarnos y compartirnos tu ejemplo!
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